Paramount Comedy España, ahora Comedy Central, ha dejado de grabar nuevos programas de su otrora buque insignia Nuevos cómicos, últimamente renombrado Central de Cómicos.
El Club de la Comedia nunca ha destacado por grandes datos de audiencia, sino más bien por ir saltando de día, hora y cadena, sin encontrar su sitio, dejándose de grabar, volviéndolo a intentar, volviéndose a abandonar, etc.
Sopa de Gansos apareció intentando modernizar el género, con una apuesta potente, formado por auténticos profesionales, y dejó programas grabados sin emitirse porque no podía competir con Pesadilla en la Cocina.
Sin embargo otros formatos de comedia, como por ejemplo una serie, sí puede competir incluso con la Champions League.
Y es que el Stand Up no está hecho para verse en televisión. Son muchos los factores que lo hacen no apto, pero los dos más importante de todos, en mi opinión, son la predisposición y la interacción.
1.- La predisposición son las ganas con las que la gente quiere verlo. Cada uno en su casa, que igual está cenando, que se ha sentado en el sofá y está medio adormecido, que hay ruido en la calle, que está la tele puesta mientras está haciendo otra cosa, o incluso que está prestando atención porque le gusta mucho, que también habrá alguno.
El caso es que el programa se graba y se emite, y luego cada uno lo ve de una manera y con unas ganas diferente, y luego al día siguiente el que lo vio con atención dice que le gustó mucho y quien lo vio mientras daba de cenar al niño que, bueno, psé.
Hay programas en televisión que puedes dejar puestos mientras haces otra cosa, sin prestarles atención porque tampoco te estás perdiendo nada, como por ejemplo los sálvames y viceversas, pero el monólogo cómico requiere estar atento, porque si no, no te enteras de nada y luego vas diciendo que tampoco es tan bueno el cómico ese. Ahí, con criterio.
Y es que el monólogo que no es en directo impide el segundo punto,
2.- La interacción. A un monólogo en directo vas. Hay voluntad por tu parte de verlo (no te lo has encontrado por casualidad, como en la TV), incluso puede que hayas pagado una entrada que te obligue a estar atento, para amortizar. Aún así, puede que te despistes, porque tienes otras cosas en que pensar y no sabes desconectar, o porque el cómico de ese día no te está gustando lo suficiente. Si el despiste es generalizado, un cómico profesional puede reaccionar sobre la marcha. Puede ver que algo está fallando, y cambiar de temática, de ritmo, introducir algún elemento para recuperar la atención del público, etc. Eso en televisión no pasa. El monólogo se graba y se emite, y si por la causa que sea no funciona, va a seguir sin funcionar hasta el final.
Hay otros factores también, como por ejemplo los cortes publicitarios, que cortan las Funny Zone y/o los clímax sin miramiento alguno. Ya lo expliqué en su día en este artículo.
Youtube fue en su momento un buen trampolín para los cómicos de este país. Verlo en televisión suponía adaptarse a los horarios de la cadena, y a los cómicos que tocasen. Youtube se convirtió en una especie de comedia a la carta, donde la gente veía el cómico que quería y cuando quería. La gente empezó a ver monólogos por youtube en vez de en televisión, y tocó techo sin sospechar si quiera el batacazo que estaba por venir. El formato tampoco era perfecto, porque podías ponerte a ver monólogos porque te aburrías y no sabías qué hacer, y así no se ven con las mismas ganas, pero era mucho mejor que verlo en televisión, puesto que tenías mucha más predisposición.
Pero los monólogos en youtube llegaron a su fin cuando Viacom dijo hasta aquí, y el formato empezó a decaer. No podemos echarle la culpa sólo a Viacom, puesto que hubo más factores, tanto o más importantes, pero fue el principio del fin.
Y entonces llegó Netflix, que emula lo que youtube fue en su día. No tiene una oferta tan amplia, y tiene sus imperfecciones con respecto al directo. Pero ahí está, para los fanáticos.
Resumiendo, el Stand Up en televisión no es un formato rentable para nadie. Ni para la plataforma que arriesga, ni para el cómico al que puede hacerle más mala publicidad que buena, ni para el público que intenta pasar un buen rato y se queda con mal sabor de boca. Yo lo dejaría sólo para secciones puntuales, como inicios de Late Nights, o colaboraciones en forma de píldora. Sigue sin ser apto para TV, pero puede servir para dar al cómico a conocer, no ya al público, que también, sino para que esos profesionales como la copa de un pino puedan acceder a otros trabajos en televisión relacionados con la comedia, como guionistas, actores, colaboradores, trabajar en radio, etc, es decir, otras funciones que no sean monólogos.
Y hablando de radio y otras cosas que se oyen sin verse. Hace poco me enteré que se están grabando monólogos para Spotify. Pero eso ya será cosa de otro post.
By Antonio Castejo.